Desde hace varios años quería recorrer el pirineo en moto, por circunstancias no había podido hacerlo pero este año me salió la oportunidad de acompañar al grupo Moteros y Pantanos que habían organizado un viaje para hacer la transpirenaica, desde el mar Mediterraneo ( Cadaques ) al Cantabrico ( Hondarribia, para ser exacto al cabo Higuer ), asi que me preparé y a finales de septiembre cogí unos dias para poder ir.
Nos juntamos para esta aventura 10 moteros con ganas de pasar unos días de compañerismo, buenos paisajes y por supuesto de curvas y mas curvas.
La primera etapa que hicimos fue ir desde nuestro lugar de origen (Valencia) a Roses donde teníamos el primer alojamiento.
Para hacer más divertido el viaje nos salimos de la autovía en Mora del Ebre y a partir de aquí fuimos por carretera nacional hasta Roses.
En segunda etapa ya empezamos la traspirenaica, una vez desayunados salimos hacia Cap de Creus para poder partir desde aquí nuestra pequeña aventura.
Jolis (el organizador de esta escapada, por cierto muy bien organizada), estimó que en este viaje íbamos a hacer el recorrido por la vertiente francesa de los pirineos intentando pasar por el mayor numero de puertos de los pirineos y los más emblemáticos.
Este día ya nos adentramos en los pirineos pasando por Pas de la Casa y Andorra para acabar la jornada en La Seu d´Urgel.
La tercera etapa fue la más divertida para mi gusto al circular por un número muy importante de puertos, Puerto de Cantó, Puerto de la Bonagua, Col de Peyresourde y algunos tan míticos como el Col D´Aspin y el Col du Tourmalet.
Un día de muchas curvas con carreteras con asfalto excelente y curvas muy divertidas, además siempre acompañado por paisajes verdes que hacía, además de disfrutar la conducción, ver un paisaje que cuesta ver en nuestro lugar de partida.
De la cuarta y última etapa de Pirineos, quiero destacar el Col d´Aubisque y el Puerto de Belagua con el mirador de Larra-Belagua y el valle del Roncal.
Seguimos nuestro viaje hasta Hondarribia para cumplir el llegar de costa a costa en este viaje por los pirineos.
El ultimo día fue el viaje de vuelta, lo más reseñable es que nos pasamos más de la mitad del viaje unos 300 km lloviendo por lo que pude comprobar como funcionaba el equipamiento de lluvia de nuestra tienda, dando unos resultados excelentes.
Vicente
